Implementación de Minería 4.0 en México
La industria minera en México y el mundo se encuentra en un momento decisivo con la llegada de la era de la Minería 4.0. Esta revolución tecnológica, caracterizada por la inteligencia artificial, la automatización, el uso de drones y una significativa reducción del impacto ambiental, promete transformar el sector de manera fundamental. Sin embargo, esta transformación no está exenta de desafíos, especialmente en lo que respecta a la fuerza laboral especializada necesaria para implementar y gestionar estas nuevas tecnologías.
Doris Vega, presidenta de Mujeres WIM México, ha señalado una preocupación creciente: el déficit de profesionales en la industria, que se agrava aún más en el caso de las mujeres. Según datos de la Cámara Minera de México (Camimex), al cierre del último año, solo el 13% de los puestos ejecutivos y de supervisión en la industria minera estaban ocupados por mujeres. Esta cifra revela una disparidad de género significativa en un sector tradicionalmente dominado por hombres.
Vega enfatiza la necesidad de que las mujeres no solo tengan acceso al conocimiento, sino también a oportunidades para prepararse en áreas críticas como la digitalización y el uso de nuevas tecnologías, fundamentales para la transición hacia la Minería 4.0. La capacitación y el empoderamiento de las mujeres en estas áreas esenciales no solo es un imperativo de equidad de género, sino también una necesidad estratégica para la industria minera.
La modernización de la minería es inminente. Se espera que en los próximos cinco años, más del 90% de las empresas mineras reguladas en México operen utilizando tecnologías asociadas a la Minería 4.0. Esta modernización no solo incrementará la productividad en hasta un 30%, sino que también se espera que reduzca las lesiones laborales en un 10%, los accidentes en un 20%, el consumo de combustible en un 30% y el consumo de energía eléctrica en un 60%, según datos proporcionados por Ericsson.
Estos cambios no solo representan un avance en términos de eficiencia y sostenibilidad, sino que también plantean un desafío significativo en términos de desarrollo de habilidades y capacitación laboral. La necesidad de personal calificado en tecnologías avanzadas es una prioridad, y en este contexto, la inclusión de las mujeres en estos roles no es solo una cuestión de equidad, sino una necesidad estratégica para el crecimiento y la innovación en el sector.
Vega reitera la importancia de este aspecto: “La minería ya es una de las industrias más modernas en México, pero la tecnología sigue avanzando y nosotros necesitamos mujeres capaces de manejarla”. Esta declaración resalta la urgencia de abordar la brecha de género en un sector en constante evolución y de reconocer el papel vital que las mujeres pueden y deben jugar en la configuración del futuro de la minería.
La transición hacia la Minería 4.0 no solo implica una transformación tecnológica, sino también un cambio cultural y organizacional. Las empresas mineras deben no solo invertir en tecnología, sino también en el desarrollo de su capital humano, fomentando un entorno inclusivo que permita a las mujeres participar plenamente en esta nueva era. Este esfuerzo conjunto no solo beneficiará a la industria minera, sino que también contribuirá al desarrollo económico y social de México.